Con motivo de la celebración del 90º aniversario de los estudios de Agrícolas en nuestra provincia (1927-2017), nos parece oportuno resucitar la memoria del primer director de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola, hoy convertida en la Sección de Agrícolas de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la Universidad de La Laguna, con una semblanza de la vida académica y profesional de D. Andrés García Cabezón, que estaba por hacer.
Nacido en Madrid el 19
de octubre de 1905, Andrés García Cabezón, Doctor Ingeniero Agrónomo, fue el
primer Director de nuestra Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica
Agrícola, cuando, a partir de 1970, se integra en la Universidad de La Laguna. Estos
estudios reciben, entonces, el espaldarazo definitivo, al superar la etapa del
Colegio Politécnico –luego Escuela Técnica de Peritos Agrícolas- que había
venido funcionando desde 1927.
No
poseemos demasiada información acerca de su trayectoria profesional en
Canarias. Las escasas referencias que se han podido recabar sobre su labor investigadora
y de gestión en el mundo agrario nos lo presentan como un técnico polifacético,
que ocupó cargos destacados en diferentes entidades vinculadas a la actividad
agrícola, siendo promotor de numerosas iniciativas, algunas con una importante
repercusión en la agricultura de las islas.
Gran conocedor del agro
canario y de sus posibilidades, como lo demuestra la variedad de los temas que
desarrolló en sus publicaciones, casi podríamos considerarlo como un adelantado
a su tiempo. Fue uno de los artífices de la introducción del cultivo comercial
del aguacate en Tenerife y abordó proyectos novedosos para incrementar las
disponibilidades de agua en el Archipiélago.
García Cabezón arriba a
Tenerife, procedente de Madrid, el 6 de mayo de 1934 para incorporarse como
ingeniero agrónomo a la Sección Agronómica de la provincia. Dependiente del
Ministerio de Agricultura, se trataba de un organismo estatal responsable de la
gestión pública de los asuntos relacionados con la actividad agrícola en cada
provincia, así como del asesoramiento a agricultores, regulación de precios, trabajos
de experimentación e investigación agrarias, posibilidades de nuevos cultivos o
mejora de los existentes y funciones análogas.
En aquella época, el
Jardín de Aclimatación de La Orotava, posteriormente conocido como Jardín
Botánico de Puerto de la Cruz y adscrito a la citada Sección Agronómica,
trataba de ampliar su superficie y, sobre todo, convertirse en la institución
de referencia en la isla para el ensayo de nuevas especies de frutales y de
plantas ornamentales para la exportación, así como para el estudio de fórmulas
que permitieran una mayor rentabilidad en el cultivo del plátano.
En el marco de este
objetivo, García Cabezón marcha a la Universidad de Berkeley (California) a
finales de 1934 o principios de 1935 con la finalidad de estudiar los avances
que, en materia de cultivo y exportación de frutas y hortalizas, se habían
logrado en EEUU. En los fértiles valles californianos tuvo la oportunidad de
entrar en contacto con cultivos y especies subtropicales, como el aguacate, que
acabaría introduciendo en la isla con criterios de comercialización.
Tras el alzamiento de
julio de 1936 y el estallido de la Guerra Civil, la prensa de la época lo
señala ocupando el cargo de Ingeniero Jefe de la Sección Agronómica de
Tenerife, al menos hasta 1939. En estos difíciles momentos, la Sección se ocupó
de fijar precios máximos para el trigo y otros recursos básicos, de la
supervisión de los excedentes agrarios, así como de ejercer un control muy
estricto sobre los escasos productos agrícolas disponibles.
Posteriormente, en
1941, fue nombrado director del Instituto Nacional de Investigaciones
Agronómicas (INIA), al que se adscribió el Jardín Botánico de Puerto de la Cruz
y del que también acabaría convirtiéndose en director en 1953. No obstante, A.
Cioranescu, en su obra Historia del
Jardín de Aclimatación de La Orotava (2010) lo reconoce como director de facto de esta institución,
posiblemente por su contribución a
impulsar el Jardín como centro de experimentación agrícola.
(Foto de la fachada del Jardín de Aclimatación del blog de Bernardo Cabo Ramón)
Es a partir de 1953
cuando García Cabezón protagoniza una de las acciones más decisivas en la
historia de la agricultura reciente de Tenerife.
Siguiendo a Julián Díaz
Robledo, en su obra “Historia del
aguacate español 1955-1996” (1997), nuestro protagonista centró sus
esfuerzos en la investigación sobre el aguacate y la posibilidad de implantar
su cultivo en la isla. Ya durante su estancia en Berkeley e intuyendo la
idoneidad de este cultivo para un clima como el canario, había enviado a
Tenerife “un cajón de semillas de
aguacates de las mejores variedades, así como ramas con yemas para injertar”.
Este material fue confinado en el Jardín Botánico y en alguna otra finca
platanera de la isla, aunque acabó perdiéndose casi en su totalidad, bien por
falta de experiencia de los que se ocuparon de su manejo, bien porque las yemas
hubieran llegado en mal estado.
Decidido a propiciar la
introducción de los mejores cultivares de aguacate conocidos en California y
Florida, importó de allí -por vía aérea- numerosos ejemplares, a los que añadió
nuevos individuos traídos de Australia e Israel. Completó las remesas con
envíos procedentes de Centroamérica, buscando el éxito en la implantación de variedades
que garantizaran fruto todo el año.
También trabajó con los
ejemplares que habían sobrevivido de la remesa enviada por él mismo desde
California veinte años atrás, y, tras múltiples experiencias, acabó
seleccionando seis cultivares como los ideales para la isla por adaptación
climática, desarrollo y productividad. Las variedades Fuerte, Hass y Bacon, junto
con los híbridos locales Orotava, Robusto y Gema, fueron los que se
recomendaron y se distribuyeron entre los primeros agricultores que pretendían promover
el cultivo comercial de este frutal.
Este interés por las
posibilidades del aguacate seguiría marcando su línea de trabajo en las dos
décadas siguientes a través de experiencias con nuevas variedades, como Ettinger,
Chavanier o Rico, en fincas del INIA en Valle Guerra, o asesorando a los
técnicos que intentaban introducir su cultivo en Andalucía e impartiendo cursos
y conferencias sobre el tema hasta su jubilación.
Pero García Cabezón
desarrolló una intensa labor científica en otros aspectos de la investigación
agraria en las islas, que se ve reflejada en su prolija producción
bibliográfica.
En 1953 fue nombrado
director del Centro Experimental Agrícola de Gran Canaria, dependiente del
Cabildo Insular, colaborando en su Boletín
de Divulgación Agronómica y con una asidua presencia en la prensa escrita
de ambas provincias a través de artículos novedosos, de carácter divulgativo,
sobre temas agrarios.
García Cabezón (izda.) junto a Graciliano Morales Ramos en visita al Jardín Botánico Viera y Clavijo de Las Palmas (Archivo fotográfico de la ULPGC)
García Cabezón (izda.) junto a Graciliano Morales Ramos en visita al Jardín Botánico Viera y Clavijo de Las Palmas (Archivo fotográfico de la ULPGC)
Llegó a participar en
proyectos muy innovadores promovidos por la citada institución insular, como el
de obtención de lluvia artificial o el de captación de caudales por destilación
de agua de mar. El primero de ellos se realizó en la década de los 50 en las
cumbres grancanarias, contando con la colaboración del entonces Jefe de la
Sección Forestal del Cabildo, el ingeniero técnico agrícola Jaime O’Shanahan y
Bravo de Laguna, sin que se conserven los informes finales sobre sus
resultados.
En 1955 pasó a formar
parte, como secretario, del Patronato de Investigación Agronómica de Canarias,
cuyos objetivos se centraban en potenciar los cultivos tradicionales de
exportación –plátano y tomate- y estudiar las posibilidades de otros cultivos,
con el fin de que la economía de las islas no dependiera excesivamente de
aquéllos.
El otro capítulo sobresaliente
en la labor profesional de García Cabezón en Canarias fue el de la dirección
del Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, que ostenta hasta 1972.
Desde su puesto directivo,
fomentó el estudio y experimentación de cultivos y plantas ornamentales
exóticas, esterlicias, anturios, gerberas, flores de pascua y otras, que se han
generalizado con posterioridad en todos los jardines y parques de la isla.
Siguiendo a Cioranescu
(2010), a lo largo de su dilatada etapa al frente del establecimiento se produjeron
toda una serie de mejoras que hicieron del viejo y decrépito Jardín de
Aclimatación un centro de trabajo científico, a la vez que una de las atracciones
turísticas más relevantes del Valle de La Orotava.
En este periodo fue
notable la producción bibliográfica de la institución, entre la que destaca el Index Seminum (publicado a partir de
1944), que recoge el catálogo actualizado del banco de semillas del Jardín; o
el Additamentum ad Floram Canariensem,
de referencia obligada para el estudio de la flora macaronésica.
También debe citarse la
Guía del Jardín Botánico, editada por vez primera en 1938, con sucesivas ediciones,
incluso en inglés y alemán, con el fin de atender al público extranjero que, en
número creciente, visitaba el centro. Casi coincidiendo con la aparición de la
Guía, se estableció un horario de visitas con una tarifa de entrada, que
permitió sufragar, en parte, las mejoras y los gastos del Jardín.
Se mantuvo en el cargo
de manera continuada hasta 1975, y durante su dirección, en 1970, se produjo la
integración de la Escuela en la Universidad de La Laguna, pasando a denominarse
Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola. Jubilado en esta fecha,
Andrés García Cabezón falleció en Tenerife en septiembre de 2006.
SU PRODUCCIÓN BIBLIOGRÁFICA
* Libros
- Estudios sobre la agricultura de la Provincia y exportación de sus productos (Gobierno Civil de S/C de Tenerife, 1939) (en colaboración con José Blanc Musso).
- Botanical Gardens of Orotava. Descriptive Guide. Cabildo Insular de Tenerife, 1939?).
- Jardín de Aclimatación de La Orotava: guía descriptiva (1955).
- Los herbicidas selectivos (Hojas divulgadoras, INIA, 1956).
- Establecimiento de la agricultura en el Sahara (Colección monográfica africana, nº 5, CSIC, 1967).
- Catálogo de las plantas existentes en el Jardín de Aclimatación de La Orotava (1968).
- Jardín Botánico de La Orotava (Guía descriptiva. Imprenta A. Romero, 1971).
- Botanischer Garten von Orotava (Beschreibender Führer, 1973).
- El Jardín Botánico de La Orotava (1984) (en colaboración con J.A. Rodríguez Pérez y F. Castilla).
* Artículos de revistas
- Tratamiento en una viña con 2’4-D (consulta nº 3.212) (Agricultura, 1953).
- La falta de magnesio en las tierras de cultivo de Canarias (Agricultura, nº 320, 1958, pp. 666-669).
- Jardín de Aclimatación de plantas de La Orotava (Boletín del Instituto Nacional de Investigación Agronómica, nº 39, 1958, pp. 457-496).
- Un insecto parásito de la “juncia”, descubierto en Tenerife (Agricultura, nº 369, 1963, pp. 17-19).
-Tratamiento contra las hormigas de la platanera (Tenerife Agrícola, 21, 1963, pp.7-8).
- Variedades nuevas de aguacates obtenidas en Tenerife (Boletín INIA vol. XXIII (49), 1963, pp. 203-206).
* Artículos de periódicos
- La Chamuza, una enfermedad importante del tomatero: su causa y su tratamiento (Diario de las Palmas, 03-01-1957).
- ¿Malgastamos el agua de riego en Canarias? (El Día, 29-06-1957).
- La investigación agronómica en la provincia (El Día, 28-07-1957).
- Cultivo del pasto o sorgo del Sudán (El Día, 23-08-1957).
- Tratamiento de las principales plagas y enfermedades que atacan a los cultivos de tomate (Diario de Las Palmas, 27-09-1957).
- El análisis de la tierra y el abonado racional de los cultivos (Diario de Las Palmas, 07-02-1958).
- Factores decisivos en el buen cultivo del tomate (El Día, 19 y 20-11-1958).
- Algunas consideraciones sobre el cultivo de la patata (Diario de Las Palmas, 22-01-1959).
- El Jardín de Aclimatación de La Orotava (El Día, 20-02-1959).
- El oidio o ceniza del tomatero (Diario de Las Palmas, 12-03-1959)
- Nematodos de las plataneras (Diario de Las Palmas, 07-01-1960).
- Tomates canarios a Norteamérica (Diario de Las Palmas, 17-11-1960) (en colaboración con M. Jiménez Marrero).
- Tratamiento contra nematodos en los cultivos de tomates (La Tarde, 06-10-1961).
- El cultivo de la sandía en canarias (Diario de Las Palmas, 25-04-1963).
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Bibliografía:
- Álvarez de la Peña, F. J. (1975). El aguacate. Madrid: Ministerio de
Agricultura.
- Casanova Bento, C. (1998). Escuela Universitaria de
Ingeniería Técnica Agrícola. En: Historia de la Universidad de La Laguna. La Laguna: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de La Laguna.
- Cioranescu, A. (2010). Historia del Jardín de Aclimatación de La Orotava. Tenerife: INIA.
- Díaz Robledo, J. (1997). Historia del aguacate español 1955-1996. Madrid: Eilea.
- Rodríguez Rivero, G. (1984). Apuntes sobre la
historia de los trabajos relacionados con la modificación artificial del tiempo
(MAT) en las Islas Canarias. En Revista
de Meteorología (junio 1984).
Delfina
Galván Alonso
(Lcda. en Geografía e
Historia por la ULL)